Franz Liszt tenía apenas 23 años cuando inició una relación amorosa con la condesa Marie d’Agoult, que le llevaba seis años y estaba casada. Además, para colmo de males, escapó con su amada desde París a Suiza, y luego a Italia. El escándalo estaba completo.

Sin embargo, esta convivencia que nunca fue legitimada por un acta matrimonial se convirtió en una de las épocas más productivas del joven Liszt. Por un lado, llegó a ser padre de tres criaturas, una de las cuales, Cosima, iba a entrar, más tarde, en la memoria colectiva como la esposa de Bülow y luego como la consorte de Richard Wagner. Por otro lado, Liszt plasmó sus experiencias de viajero y “exiliado” musicalmente en su obra “Années de pèlerinage” (Años de peregrinaje), inspirado, entre otros por Goethe y Schiller también por el gran poeta romántico Byron. Se trata de un conjunto de 26 “piezas de carácter” en tres volúmenes para piano solo.

La sugerencia musical que nos interesa aquí forma parte del primer volumen titulado: “Primer año: Suiza”. El lago de Walen se encuentra entre los lugares elegidos para ser inmortalizados musicalmente. Ante el ojo interior del oyente aparece la siguiente imagen: las olas del lago, palpables en los arpegios de la mano izquierda y, encima de la superficie del agua, igual a un rayo del sol, una melodía amplia y cálida que se extiende a los confines del espacio. Por su parte, Liszt se inspiró para esta pieza en concreto de las siguientes palabras de Byron:

Entre las muchas versiones que existen actualmente en el mercado, debido a la celebración del 200 aniversario de Liszt en el 2011, quiero compartir con vosotros la que nos ofrece la pianista alemana Ragna Schirmer (Amarcord). Me encanta su arte de los matices, la claridad y sencillez que emana de su forma de tocar, y su valor de presentar piezas menos conocidas al público.

Con los rayos del sol que se elevan encima del lago lleno de vida, os invito a manteneros fieles a vuestro rumbo interno, a aquello que resuena íntimamente con vuestro corazón. Para ayudaros a centraros en vuestro caminar diario* (andante!!), recordad que nada se pierde en este Universo precioso. Todo está en perfecto devenir-desvanecer-ser. Simultáneamente.

*Encontráis un ejercicio fácil sobre “el caminar regenerativo” en el apartado “ El método Schlaffhorst-Andersen” en mi web.