porgy and bess
porgy and bess
En este oratorio acompañamos a la madre de Jesús, a María, en el momento en que se despide de su hijo. Se mantiene al pie de la cruz, recta y firme.
No huye del dolor y tiene el valor de contemplar lo que había ocurrido, sin juicios. Con este gesto humilde y grande a la vez llega a intuir la maravilla y la luz que hay detrás del nacimiento y la muerte de su hijo Jesús.

Dvorak, al haber perdido sus tres hijos en pocos meses, sintió una especial conexión con esta escena de duelo y esperanza y decidió plasmarla en su música.

Su “Stabat Mater” conmueve por su autenticidad y belleza, por expresar intensamente un dolor profundo, transformándolo gradualmente en radiante certeza de que estamos a salvo. Estamos a salvo en los brazos de María, que según Lutero es “la madre de Jesús, y la madre de todos nosotros”.
Sugerencia musical
El « Stabat Mater » de Antonín Dvorak
Esta vez, he decidido “empezar por el final”. Os presento “de entrada” el último movimiento del Stabat Mater de Dvorak, y tiene un motivo obvio.
En él, como en todos los demás Stabat Mater escritos por Pergolesi, Rossini y Vivaldi, se encuentra el desenlace, la certeza final que transforma todo lo anterior: Aunque el cuerpo esté sometido a la finitud, el alma es eterna, y su destino es el paraíso.

Y para que este mensaje nos quede grabado para siempre en cuerpo y alma, Dvorak lo afirma con un Amen contundente y poderoso que se transforma, hacia el final del movimiento, en un batir de alas sutil que parece llevarnos directamente a nuestra patria (o matria) celeste.